Dicen que la base de la perfección es la combinación entre el equilibrio y la simetría, lo que conlleva a la armonía visual. Esto es lo que, mediante este post, queremos conseguir para que nuestros salones sean únicos.
Lo que caracteriza a este tipo de salones es la limpieza, la sencillez y el orden que hay en ellos sin llegar a parecer aburridos o vacíos.
Lo primero que debemos hacer es definir el punto principal sobre el que, poco a poco, se irá componiendo simétricamente con otros elementos. Por ejemplo, si decidimos empezar con un sofá en el centro de la estancia tenemos que colocar dos mesas auxiliares a los lados para crear un balance específico y así lograr la simetría. Este orden conseguirá que se produzca calma y serenidad, además de tranquilizar la mirada.
Para llevar a cabo esta composición es fundamental trabajar sobre un fondo de base neutra, como lo puede ser una pared blanca o de tonos claros.
Hay dos tipos de simetría; la simetría parcial, que permite la introducción de pequeños elementos más allá de lo que sería la igualdad o el equilibrio, y la simetría completa, que se considera más formal y estricta, ya que el balance en los elementos prevalece por encima de todo.
De todas formas, como hemos mencionado anteriormente, la simetría no se trata de algo aburrido ya que podemos dotar a la estancia de elementos divertidos y diferentes y, aún así, no salirnos del equilibrio que este estilo nos brinda.
Las librerías son muebles muy utilizados para esta tendencia, debido a que podemos encontrar numerosos diseños en el mercado por precios asequibles y además, nos brindan algo muy importante para cualquier hogar: el almacenamiento. Con estos preciados muebles podemos llevar a cabo composiciones clásicas que le aportarán a nuestro salón la simetría que tanto buscamos, ya sea posicionando uno a cada lado de un escritorio o de un espejo. Te aseguramos que será un éxito.
Las sillas, las lámparas y las macetas con plantas juegan un papel primordial en este equilibrio, porque, aunque sean elementos de menor tamaño, aportan una gran esencia a este tipo de salones.
Es fundamental la utilización de las líneas rectas, así como las texturas, los colores y los tamaños para lograr el balance visual contrastando los elementos en los diferentes espacio del salón.
Un ejemplo claro de una composición de salón y comedor que cumple con las características anteriormente mencionadas es el Salón comedor en blanco roto y combinando las traseras en acabado olmo.

Por otro lado, no hay que tener miedo a dejar espacios en blanco, ya que esto le da un respiro a todos los muebles que hemos colocado alrededor simétricamente.
La armonía visual es un elemento crucial que todo hogar debería tener, debido a que esta nos hace sentir en casa a nosotros y a los huéspedes que podamos recibir en él. Además, nos aporta energía positiva, que es necesaria en la vida de todos.
¿Te ha gustado esto? Compártelo: